julio 22, 2006


Las vengo observando hace meses, desde mi bicicleta, me sorprende el valor gráfico que van adquiriendo, la expresión de signos urbanos, de trayectos, de trasuntos...


Me recuerdan la inmensa obra de Manuel Hernández, un signo básico, trascendente, como única e infinita palabra de su lenguaje.


Testigos del laberinto que trazan nuestros viajes, puertas de entrada a mundos inquietantes, trastos olvidados de la civilización, objetos de rapiña.


Muebles perdidos del invisible cotidiano. En fin, continuaremos pedaleando... Posted by Picasa